Trastorno obsesivo-compulsivo

Descripción

Los dos componentes de este trastorno son los siguientes:

Obsesiones: son pensamientos, imágenes o impulsos que la persona considera inaceptables y absurdos. En su intento por rechazarlas, provocan altos niveles de ansiedad. Por ejemplo: pensar que los pomos de las puertas pueden contener gérmenes que contagien una enfermedad.

Compulsiones: son los comportamientos que la persona realiza para neutralizar las obsesiones. Por ejemplo: abrir las puertas con los codos o utilizando un pañuelo para evitar el contacto con la misma y el posible contagio de la enfermedad.

Las obsesiones y compulsiones pueden ser muy variados, algunos de los más comunes son:

• Ideas de contaminación: son pensamientos de contagio por contacto (gérmenes, suciedad, sangre, personas enfermas...). Las compulsiones más comunes son lavarse y cucharse muchas veces siguiendo un ritual o, rituales de reaseguración (consultar al médico).
• Violencia física: son pensamientos sobre violencia física hacia sí mismo y otros (sentir el impulso de empujar a alguien..). Las compulsiones suelen consistir en evitar estar a solas con ciertas personas, evitar tener cuchillos, etc.
• Daños accidentales: son ideas sobre catástrofes en el hogar, dejar la puerta abierta, accidentes de tráfico, etc. Las compulsiones generalmente son rituales de comprobación (puertas y ventanas cerradas), llaves del gas o luz cerradas, etc.

Tratamiento

Los principales métodos de tratamiento psicológico son:

• Exposición.
• Técnicas de bloqueo de las obsesiones y compulsiones.